Un día cualquiera, mientras revisábamos redes sociales buscando ideas, nos encontramos con una palabra que nos detuvo en seco: AZUR. Decía que significaba “el que ayuda”, y en ese momento algo hizo clic. No fue solo una palabra bonita, fue un espejo. Era justo lo que queríamos ser… y lo que ya veníamos siendo desde mucho antes, sin saberlo.

El nombre AZUR viene del hebreo, una lengua donde cada palabra, cada nombre, tiene un propósito. En esa cultura, los nombres no se eligen al azar: se entregan con sentido, como una promesa de lo que uno quiere representar en la vida. Y eso es exactamente lo que quisimos hacer con nuestra empresa.
Porque si miramos hacia atrás, todo ha tenido un hilo conductor: ayudar. Desde los días en que trabajaba como voluntario en la parroquia, cuando fui técnico informático, resolviendo problemas de quienes no entendían una computadora, hasta el paso por el mundo audiovisual, donde el objetivo era crear contenido que entretuviera y aportara. Y hoy, en la Gestión del Riesgo de Desastres, ese propósito alcanza su forma más completa: ayudar a quienes no saben que están en riesgo, a quienes no ven venir el golpe… pero que sí pueden prepararse.
No queremos que nos vean como una consultora más. Queremos que cuando una pyme escuche “AZUUR”, piense en alguien que estuvo ahí para ayudar. En ese equipo que se acercó con respeto, con cariño, con la intención real de proteger lo que tanto les ha costado construir.
Somos como los buenos vecinos: atentos, comprometidos, siempre pensando en cómo aportar antes de que algo malo ocurra. Y ese espíritu es el que guía todo lo que hacemos como empresa. Porque creemos que entender el riesgo y actuar a tiempo puede marcar la diferencia entre perderlo todo o seguir adelante.
Y entonces, ¿por qué AZUUR se escribe con dos U?

Cuando nació el nombre, coexistían dos emprendimientos: uno dedicado a la protección civil —ayudar a las personas a prepararse ante emergencias— y otro en el ámbito de la construcción, donde llegábamos a terminar lo que otros dejaron mal hecho, ayudando a quienes quedaron a medio camino. Esa ayuda, desde dos frentes, fue lo que nos inspiró a agregar una segunda U.
Pero además, esa doble U tenía una idea visual: vista de frente, parecían dos ojos. Imaginábamos un futuro donde, al animar nuestro logo, esas dos letras cobrarían vida, mirarían a ambos lados como dos ojos atentos, y luego aparecería un casco sobre ellas, dependiendo del rubro: uno de obra si era construcción, uno de rescate si era protección civil. Finalmente, el resto de la palabra completaría el mensaje. Porque para nosotros, mirar con atención, anticiparse, proteger, son parte de nuestro ADN.

AZUUR no es solo un nombre. Es una forma de estar en el mundo. Y es nuestra promesa contigo: ayudarte, siempre.
Con profundo aprecio, Juan José Díaz.